Es un hecho que las infecciones del tracto genital, causadas por hongos del género Cándida, ocurren con creciente frecuencia, especialmente en la población femenina. Hoy en día, hay muchas mujeres que sufren de recaídas continuas. De hecho, las manifestaciones de la vaginitis fúngica son una de las causas más comunes de consulta ginecológica.
Las causas de la candidiasis vaginal
El aumento de esta incidencia se debe en particular a los hábitos alimenticios incorrectos (especialmente el exceso de azúcar y carbohidratos refinados), al abuso de antibióticos de amplio espectro y al uso generalizado de anticonceptivos orales. Otros factores que contribuyen a ello son la ropa interior demasiado ajustada y poco transpirable y el uso de jabones que no respetan el delicado equilibrio de la mucosa genital. Si bien es cierto que hay una alta incidencia de infecciones ginecológicas por Cándida durante todo el año, es igualmente cierto que el pico de mayor crecimiento comienza en primavera, cuando la Cándida "despierta".
Se sabe que los hongos en general, incluida la Cándida, prefieren climas cálidos, incluso mejor si son cálidos y húmedos. Por lo tanto, el aumento de las temperaturas en primavera puede contribuir a su crecimiento. Pero, más allá del clima más favorable, el aumento en la incidencia de vaginitis fúngica durante esta temporada, es más una consecuencia del estilo de vida durante la temporada de invierno. De hecho, al final del invierno, nuestro cuerpo puede encontrarse en una situación de fuerte desequilibrio inmunológico (que, sin duda, favorece la proliferación de Cándida).
DESEQUILIBRIO INMUNOLÓGICO
De hecho, durante el invierno a menudo hay contagios de gripe, bronquitis, resfriados, etc., a menudo tratados con medicamentos que debilitan aún más el sistema inmunológico (especialmente antibióticos, antiinflamatorios, incluso cortisona). En invierno se abusa aún más de azúcares, productos lácteos, grasas, alimentos pesados y no muy equilibrados (que empeoran la disbiosis intestinal). Si a esto le sumamos la ingesta de alimentos a los que se es intolerante o alérgica, el estrés intenso, el abuso del café y los cigarrillos, la mezcla está hecha: con la llegada de los primeros días cálidos, estamos listas para una nueva recurrencia de la vaginitis fúngica.
Pero, ¿cuál es la relación entre la Cándida vaginal y la disbiosis intestinal (o "desequilibrio inmunológico")? Sabemos que la mucosa intestinal es el lugar de residencia de la microbiota beneficiosa, así como la “sede” de una parte muy importante de nuestro sistema inmunológico. Si la microbiota beneficiosa es escasa (como ya sabemos, los antibióticos la destruyen: después de un solo ciclo de antibióticos sería necesario integrar fermentos lácticos durante al menos 6 meses-1 año para restaurarla), además del debilitamiento general de las defensas, los llamados microorganismos "oportunistas" toman ventaja, entre ellos la Cándida que es, sin duda, el ejemplo más "taimado".